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Virgen etiópica conservada en el Museo del IBO |
La Navidad etíope difiere en muchos
aspectos de la nuestra, aun teniendo ambas el mismo origen y significado. Mientras
nosotros la celebramos en una fecha fija, el 25 de diciembre, en Etiopía lo
hacen de un modo cíclico por las peculiaridades de su calendario, pues el día
de gänna (Navidad) cae el 29 del mes
de Tahsas durante 3 años, y el 28 de Tahsas el cuarto año. Ninguno de los dos
días coincide con nuestro día de Navidad, ya que, como los etíopes emplean un
calendario basado en el juliano, su Navidad comienza en nuestro mes de enero.
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Celebrando la Navidad en Lalibela |
Esto no es exclusivo de
Etiopía. Mientras la cristiandad occidental adoptó en el siglo XVI el
calendario gregoriano, el resto de cristianos siguen usando el juliano,
anterior al gregoriano y más inexacto, y que no coincide con aquél en fechas ni
en el cálculo de fiestas como la Pascua. Para hacerlo más complicado, los
etíopes emplean su propio calendario, basado en el Copto egipcio, y que es muy
similar al juliano clásico.
La Navidad es una fiesta
alegre en Etiopía, ya que se celebra el nacimiento de Cristo, quien se hizo
hombre para salvar a la humanidad del pecado.
La importancia de esta fiesta exige el sacrificio de numerosas cabras,
bueyes y ovejas, y la preparación de grandes cantidades de cerveza casera (tella) para las comidas navideñas. Las
familias ricas escogen carneros castrados o bueyes, mientras que las pobres se
conforman con adquirir otros animales más baratos, generalmente aves. Las
mujeres se esfuerzan a fondo preparando la cerveza, el tej (hidromiel), el pimiento chile bärbärre y las diferentes especias empleadas en la cocina etíope.
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Plato con doro wat y botella de tej |
Como en toda fiesta,
existe un código social que no debe ser infringido. Un hombre joven casado y
modélico tiene sus obligaciones navideñas, debiendo regalar a sus padres un
carnero o un cordero castrado; además, ha de invitar a sus suegros a pasar el día de Navidad en su casa. También se
adquieren ropas nuevas para toda la familia.
Una curiosa tradición de
la Navidad etíope es el juego de gänna,
una especie de hockey muy popular entre la gente joven y que se cree inventado
por los pastores que recibieron la buena nueva del nacimiento de Cristo. Los
niños obtienen los palos de los bosques cercanos a los poblados, eligiendo
aquellos que acaban en forma curva, tras lo cual los decoran y los pasan por el
fuego. Las pelotas se elaboran con cuero. Hasta el día de Navidad los niños
juegan al gänna durante el día, mientras que los jóvenes lo hacen a la luz de
la luna.
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A la izquierda, mujeres en la iglesia durante los ritos navideños. A la derecha, hombres jugando a la gänna. |
El día antes de Navidad, gad, es una jornada de ayuno que nunca
puede ser omitida. Al amanecer del día de Gänna (Navidad), se
visten de blanco con el tradicional shamma,
consistente en una pieza de algodón con el que envuelven cabeza y cuerpo.
Acto seguido acuden a sus respectivas parroquias para asistir a los servicios religiosos,
generalmente alrededor de las cuatro de la mañana. Tras la misa, la gente
vuelve a casa, donde comienzan a sacrificar los animales que serán consumidos
durante el día. La carne se prepara cruda, cocida o asada, reuniéndose los
familiares próximos, y en ocasiones, los vecinos, para el banquete navideño. La
bebida abunda, y no es raro que los hombres acaben borrachos. La comida por
excelencia de Navidad es el doro wat, una especie de
potaje de carne de pollo y verduras picantes, al que a veces se le añade huevo.
El doro wat se sirve en una delgada lámina
de injera, el pan etíope, elaborado a partir del teff.
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Niños ataviados con las prendas típicas de Navidad |
Al acabar la comida, los
niños se visten con sus prendas nuevas y corren al campo de juego del gänna,
generalmente una tierra sin cultivar. Allí forman los equipos y eligen a sus
respectivos capitanes. También cavan el agujero donde depositarán la pelota al
comenzar el juego, y determinan qué lugares del campo hay que alcanzar para
marcar. El juego es bastante duro, y no es raro que alguno de los jugadores
acabe con un hueso roto.
Para finalizar, y como
curiosidad, la expresión en amhárico para felicitar la Navidad es Mälkam Gänna (traducido como Feliz Navidad), que en caracteres
etiópicos se escribe así:
መልካም ገና